Sus nombres se reflejan en la antigua cartografía del siglo XIX referida a esta pequeña región nuestra. Topónimos como chañar, algarrobo, quebracho flojo, molle, tala o espinillo aparecen frecuentemente. Otros marcan puntos particulares, como la laguna Pichi Witru (“Pequeño Caldén”), a pocos kilómetros de Amenábar en dirección a Rufino.
En este recorrido por lo autóctono, también debemos incluir esas plantas que fueron forestadas primero por el criollo y luego, en sus comienzos, por el “gringo”. Plantas hoy en desuso, cuyos vestigios —en forma de pequeños montes, grupos que bordean alambrados en algunos campos o sobreviven en las orillas del pueblo— aún resisten al progreso.
Entre ellas, el cinacina, el molle incienso, y los arbustivos: azahar del monte, barba de chivo, y el quebrachillo, que suele acompañar los montes de chañar de la región
** La “región “ del sur-sur de Santa Fe, tomada como un área geográfica mas o menos superpuesta con el departamento General López, en particular hacia el sur del mismo, donde se manifiestan las últimas lomadas arenosas del antiguo “Mar de Arena Pampeano (MAP)”